You cannot find peace by avoiding life
Este va a ser un blog extraño. Se los adelanto, de una vez (al final se pone mejor). Hace unos días me levanté de un mood extraño, de esas veces que sientes que tu entorno se hace más espeso o que amaneciste en otra persona. En fin, así fue como amanecí. Comencé a hacerme el desayuno y “Why someone has to die?” del soundtrack de “Las Horas” salió de mi iTunes, en modo shuffle. En ese momento, me metí entre las sábanas con mi libro y mi café.
Acabado el capítulo abrí la llave de mi regadera/ataúd, esperé el agua caliente y me empotré en la regadera. Para variar me asombré de las perfectas gotas suspendidas en las puertas plásticas, y otra vez me volví a dar cuenta que eran parte del diseño, son gotas falsas y todos los días es lo mismo. Algún día las gotas en las puertas serán perfectas, y no plásticas, y entonces tendré razón de asombrarme. Ojalá tenga una cámara en ese momento para enseñar las gotas perfectas de agua real.
Pasa el tiempo, me visto, me arreglo, me siento en mi cama blanca y estoy listo para partir ¿cuánto falta para el domingo? Me urge que pase el tiempo porque no tengo dinero y quiero ya comprarme mi pavo y tener mi cena de Navidad.
Ya el culture shock está a raya. Siempre consciente porque al menor descuido me agarra desprevenido y me encaja las uñas. Y mi Navidad no la pasaré ni triste, ni abatido. Será perfecta, aunque sólo seamos César, 2 desconocidos colombianos y yo (Ah, Mrs. Dalloway... always giving parties to cover the silence).
Ya nada más falta una semana para las vacaciones y tendré tiempo para hacer toda la tarea atrasada, todas las lecturas que no he hecho y toda la limpieza. (Why is everything wrong?) Paciencia. Respiro y espero que el día de hoy sea bueno. Me pongo mi iPod, cierro la puerta silenciosamente para no despertar a nadie. Salgo a la calle y escojo la opción shuffle … “Las horas”. Me sonrío, me gustan las coincidencias.
Always the years between us, always the years, always the love, always... the hours...
En fin dejándonos de rarezas que a Uds les hace sentir incómodos. Les comento que ya tengo la pancita que se desborda un poco cuando uno se sienta. Aquella que poco a poco se recarga en la orilla del pantalón. Ya voy a comprarme mis pesas, pero no pienso dejar de comer. Ayer por primera vez en mi vida –creo- me compré un TAMBO de nieve, agarré una cuchara y me lo comí. DELICIA TOTAL.
También tengo un gran pedazo de pierna de cerdo –famosas acá en España-, que le regalaron en el trabajo a Julia. Es horrible… pero deliciosa. Lo que tuvimos que hacer fue cubrir la pata con un pedazo de tela (como cubrir con una hoja de lechuga el ojo de pescado) y empácale. Cabe decir que la pata es por afuera grasosa as hell y patinó por todo el piso en un intento de partirla. Al principio pensamos que era jamón común y corriente, de esos que uno pide por gramos en “la Walmart” porque partíamos y partíamos y estaba rosita. Pero después de tragarme no se cuanta grasa rosa, llegamos al punto donde realmente estaba la carne… obviamente casi me vomito.
En fin, todo va bien por estos rumbos.. la casa es un asco y estamos tratando de llegar a nuestros límites. La escuela me exprime el cerebro y la creatividad. Pero en las vacaciones podré ponerme pronto al alcance de todos los maestros. Por cierto el maestro de finanzas dijo 164 ‘¿eh?’ en su primer clase y ‘162’ en su segunda clase… así de interesante estaba.
Los extraño.
FELIZ CUMPLEAÑOS ALEXIA (30 dic)(¡ja! Soy el primero en felicitarte)