Too close for comfort - Jamie Cullum

Este email es producto de análisis de 2 situaciones. Las dos fueron semitraducidas del dialecto mental mausiano a algo similar al español.
A ver qué tal nos va.
Bien. Pues esta será, espero, la última vez que hable de David. Me duele que me haya desilusionado. Lo veo y me cae muy bien. ¡Ah! Porque lo vi. Ayer que, POR FIN, tuve un ratito para trabajar con mis amigos del máster en otro lado que no fuera la escuela. Ayer. El pendejo aparece. Digo, no tiene la culpa, él sólo caminaba por ahí como a cualquier ser humano en Madrid, a esa hora, se le hubiera ocurrido. Es sólo una expresión. Lo saludo, saludo a su amigo, les presento a mi amiga. Hago 3 segundos de plática mientras me terminaba lo último del cigarro y me despido. Desafamadamente les pregunto a ustedes mis lectores: ¿Qué más hacía?
Pienso en él y me da nostalgia por que me la pasé muy bien. Pero de repente se mete una barrera de: Te lastimó sabiendo que te lastimaba. Y contra eso no puedo.
En fin, pues así fue. Y me duele, porque era una persona que admiraba mucho.
Supongo que el tiempo, el destino y nosotros decidiremos a la larga.
PUNTO.
Listo, a otra cosa. Bueno que salgo de una mala pa’ meterme en otra.
A ver. Estoy bien, pero antier fue un: ok, ¡que bien que ya no extrañe tanto México! … ¡YA NO EXTRAÑO A MEXICO COMO EN OCTUBRE! …. ¡ME ESTOY ADAPTANDO!
Lo normal hubiera sido: ¡qué bien!
Mi reacción fue: ¡ME LLEVA LA CHINGADA!
Sí, sí. Esa fue la reacción. La pregunta, que todos esperan que sea respondida es: ¿WHY?
Fue como un miedo de: PUTA, por favor que me quede aquí, porque ahora extrañar los de España, a LAS de España, a mi adorada Galletita en los Iunated Estates, a Toñito en… por ahí, a Raziel en Canadá, a Julia en Alemania y Segolén en Francia… eso ya es mamada (si me faltó alguien, perdón). Y ya que me adapté aquí, ahora ¿me tengo que desadaptar y adaptarme otra a México? Ps ¿de qué se trata? Octava mudanza en diez años. Si no estoy compitiendo con Toño –sin afán de joder amigo-.
Pero sí me quiero quedar un año aquí… de “aperdis” ¿no? Digo, ya que hice amigos, aprovecharlos tantito.
Es que nomás de pensar que cuando digo: “¡Me siento muy bien ahora que estoy adaptado!”. ¡Tómala! En la ruleta de los guionistas celestes dice que ahora, en esta octava vez, te vas aaaaaaa…
Es como un tour de esos que ves París, Madrid, Londres, Moscú y New York en dos días. Ps ¿me puedo bajar de este turiviaje un poquito para asomarme que hay en la esquina? Nomás pa’ ver qué hay, por mera curiosidad, vamos.
Pero bueno, así es este asunto del abarrote, y nomás me queda reírme de las estupideces que pienso cuando trato de resolver lo que hace chirriar mi cerebro.
A final de cuentas, como les digo, estoy bien. Me río y digo: ¡Ay! ¡ya! Lo que venga, que esto se está poniendo bueno. Tiro dados y pido la casilla de 500 holly-points por “Experiencias de una vida a la Maus”. Que se deje venir, la recibo con los brazos abiertos y le doy un abrazo, ps de esto se trata. ¿Qué no?