Si no fuera por ti - La mujer del panadero

Hace unos días estaba escribiendo un blog que tenía como titular: “Sin novedades mi general”. Pero ahora que hago el recuento de los daños, sí hay novedades.
No les he platicado de los nuevos conocimientos que tenemos de los cohabitantes del edificio. Para empezar en el bajo, o sea en el -1, vive una señora que la denominamos como “Robertooo…”, ya que es lo que usualmente dice a las 3, 4, 5, 6,… de la mañana. Su hijo Roberto es su vida. El problema es que la escuchamos como si gritara en nuestros oídos, ELLA ESTANDO EN EL BAJO –yo en el cuarto piso-.
El viejito que ve películas porno sigue disfrutando de las producciones de alto impacto y música tuburesca. Del otro lado, en cambio, no le gusta tanto el porno producido por ajenos, así que intentó fotografiar a Julia –la alemana que vive conmigo- mientras se cambiaba de ropa. Ya hicimos algo al respecto. Y finalmente tenemos al que actúa en las películas porno que ve el viejito. Un hombre desconocido que hace gritar a las mujeres con unas ganas que creemos necesario tomar clases con él. Realmente el edificio se mueve hacia las ventanas para escuchar mejor los actos sexuales.
Fui a una entrevista de trabajo para trabajar para una empresa de publicidad BUENISIMA, donde me pagarían 180 jugosos euros. Y me ofrecieron trabajo reporteando para un programa de publicidad. Ahí puedo aprender mucho, y al menos me pagan 300 euros. Estaré ahí por un mes y ya veremos qué pasa.
Aquí es donde meto un pedazo del anterior blog que estaba escribiendo:
“Ayer fui a hacer mi segundo reportaje. Se trató de un evento para promocionar una bebida buenísima. Hicieron una torre de luz como las de Nueva York, o sea agárrense los voltios porque 90000 watts estarán en el cielo. Ps ahí vamos mi compañera y yo entrevistando gente y de repente sale César de la nada y me dijo: “Quería estar contigo”. Bueno yo puse mi típica cara de telenovela, que me sale naturalita cuando me mausean. Pero César no me mauseó. La chica se fue y nos quedamos él y yo disfrutando del evento. O sea: acabamos pedísimos y cenadísimos. Y platicamos. Y una de esas conversaciones me hizo pensar –fue de las primeras, o sea estábamos sobrios, sí, porque las últimas ya eran puras cosas que necesitas estar repedo para volver a entender-.
“Go with the flow”. Eso es lo que me hizo pensar. (Sebas ha de estar con cara de: “WHAT?). Sip, desde que me he tranquilizado y he parado de estar apurando las cosas todo ha estado muy bien. Antes era como: “Vamos al Retiro Maus (es un parque)” –“Sí, bueno, voy a estar ahí dos segundos y luego me regreso a la casa y luego salgo con no sé quién”, -“Pero si faltan cinco horas”, -“Sí, pero para llegar tranquilo y bla blá”. Y ahora es de, ps voy a seguirlos al Retiro, y luego ya veré. Y desde eso, todo ha estado INCREÍBLE. Porque las cosas las disfruto más, y todo está más tranquilo, y no pasa nada por disfrutar mucho de algunos momentos en la vida, como estar tirado 2 horas en el pasto viendo el cielo y encontrándole formas a las nubes. Y sí, sigo ocupadísimo, pero es un sentir de un ritmo. Como que si te tranquilizas y dejas que todo tenga su curso y su tiempo, todo encaja. Trabajo y tengo amigos.
Quien lo hubiera pensado, la vida tiene su propio ritmo.
…Si yo fuera la vida todos estarían en megachinga. Ja, já ¿no?”
Bueno… los quiero.. besotes!
Pd. Hoy es lunes. Y como buen lunes tuve una mañana horrible, que empezó reanimándose al platicar con mi amado EX-sacerdote (jejeje), y luego encontrándome a muchos de uds, los quiero de verdad.